Esta semana vamos a explorar la importancia de tomarse un descanso. Ya sea a través de unas vacaciones, una pequeña escapada con amigos o una noche en casa con una película, la elección es tuya, las opciones son ilimitadas.
Cuando la vida se complica, el trabajo se vuelve estresante, la gente te lo pone difícil y el mundo se vuelve demasiado intenso, de repente te encuentras atrapado en un bucle de locura en el que no hay tiempo para un descanso. Irónicamente, ese mismo descanso para el que "nunca tienes tiempo" puede convertirse en la respuesta y la solución de oro a todos los problemas que puedas encontrar en tu vida.
Tomarse un descanso y alejarse de todo y de todos, aunque sea por un momento, puede tener enormes beneficios. La recarga puede ayudarte a ser más productivo, motivado, más centrado y más feliz, sobre todo en situaciones de ansiedad y estrés, mejorando en última instancia tu salud mental y física.
Sin embargo, aún queda una pregunta: ¿cómo?
Alegra tu día y tu estado de ánimo con actividades que te aporten una sensación de confort y diversión, evitando las tareas monótonas. Los expertos afirman que bailar y escuchar música es una buena forma de desconectar y dejar que el cerebro descanse. No caigas en los estereotipos pensando que tomarse un descanso significa irse a dormir o simplemente sentarse. Puede ser especialmente difícil no volver a caer en el círculo de pensar demasiado y centrarse en los problemas, por lo que hacer algo divertido y activo es el camino a seguir. Puedes dedicarte a actividades sociales y de entretenimiento que te aporten placer y alegría, como salir a comer con los amigos o jugar una pequeña partida de billar.
También sería muy útil planificar un descanso con antelación, de modo que no sólo sepas lo que vas a hacer, sino también durante cuánto tiempo, haciendo que tu día sea mucho más organizado, productivo y menos estresante. Debes decidir la duración de tus descansos y ajustarlos a tus necesidades.
Si las pausas cortas no son para ti y sientes que necesitas un poco más de descanso, ¡no tengas miedo de hacerlo! Cambiar completamente de entorno y marcharse un día o dos puede ser justo lo que necesitas. ¿Deseas mantener un perfil bajo? Planifica una estancia divertida y visita ese restaurante o museo que nunca has tenido tiempo de visitar. ¿Todavía no te apetece? Sal de fiesta por la noche y deja que todas sus preocupaciones desaparezcan. O bien, siempre está nuestro hogar que puede esperar a tus amigos acompañado de un buen juego de mesa.
Las opciones son realmente ilimitadas. No dejes que nadie, ni siquiera tú mismo, te diga lo contrario.
Recuerda que siempre debes dedicarte tiempo a ti mismo. Las pausas no están pensadas para distraerte de las cosas importantes o del trabajo. Los descansos mejoran el rendimiento, mejoran el estado de ánimo, alivian el estrés y son muy necesarios.
Autor: Agata Parylak